Dios no discrimina

Muchas personas piensan que Dios no los ama y que no los quiere cerca de Él por sus acciones y pecados; no se sienten dignos de acercarse. En ocasiones nosotros también pensamos que no somos dignos de la presencia de Dios. Pero esto es sólo una mentira de Satanás.

“En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34).

Este versículo nos dice que son nuestros pecados los que nos tienen alejados de Dios, y no es porque Dios solo ama a los que no pecan (porque esos no existen), sino que nos encontramos atados al pecado y somos nosotros quienes no queremos dejarlos. Dios ama al pecador, ama al que se arrepiente y se humilla ante Él para que sus pecados le sean perdonados por Él. Nunca seremos justos por nosotros mismos, nunca nos limpiaremos por nuestras acciones, solamente por la Sangre de Cristo.

Temerle a Dios, es agradar a Dios, pero esto lo haremos después de ser limpiados y libertados del poder del pecado. Hacer justicia es siempre hacer lo recto delante de Él, pero esto lo haremos cuando Jesucristo viva en nosotros, cuando lo hallamos aceptado como nuestro Señor.

Dios no te discrimina, somos nosotros los que no nos sentimos dignos para venir a Él. La solución de ser dignos delante de Dios está en nuestras manos y es gratis, sólo aceptar al único camino al Padre. “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14:06), si aceptas a Jesucristo en tu vida, ya no serás indigno, sino un Hijo de Dios, sin importar tu pasado de pecado.